La Princesa que creía en los Cuentos de Hadas

Hoy, era el último día de clase, por ello, como anuncie en un publicación anterior, hemos realizado el seminario de clase. Quería hacer una breve reflexión sobre cómo se ha desarrollado este curso y cómo ha pasado el tiempo de rápido, ya que se ha notado que estaba más motivada y con más ganas de aprender y de hacer, conocer y descubrir.

Ya hemos llegado a los temidos exámenes de febrero pero lo que nos tenemos que dar cuenta es que cada vez queda menos para terminar la carrera, ya es una cuenta atrás…Asique, lo único que nos queda es aprovechar al máximo y exprimir todos los encuentros que nos queden con los diferentes profesores, compañeros y asignaturas, y sobretodo…aprender mucho de todo ello.

A continuación realizaré una breve reflexión sobre el libro que me he leído titulado: La Princesa que creía en los cuentos de Hadas de Marcia Grad.

Este libro se trata de mostrarnos un camino hacia la verdad, hacia nuestra propia verdad, a conocernos a nosotros mismos y a querernos tal y como somos, como nos mostramos pero sobretodo a RESPETARNOS. Después de la lectura del libro, creo que enfoca muy bien metáfora de como las mujeres han construido una muralla a lo largo de su historia de la que nos es difícil escapar por la sociedad en la que estamos, y nos seguimos aferrando en ese «principe azul» que nos dara por completo la felicidad pero…NO! Tenemos que ser las propias personas (ya no hago discriminación de géneros) las que encontremos nuestra felicidad, recordando siempre que se trata de un camino y no de un objetivo, las que nos queramos a nosotros mismos por encima de todo.

Creo que se trata de una ayuda a dar el paso para abrir las puertas de esa «muralla» que la gente se forma a su alrededor, y este libro nos da la llave para ello.

Una de las frases que me recordaron o evocaron a la ORIENTACIÓN PERSONAL fue casi al principio del libro, aunque hay que tener en cuenta que hay muchísimas a lo largo del libro, la que más me llamo a mí la atención fue el siguiente diálogo entre el búho y la princesa:

– Pero, ¿a qué te refieres?

– A curarte

– Bueno, entonces, ¿puedes curar mi corazón?

– Me temo que no, princesa. Sólo tú puedes hacerlo.

– ¿Qué clase de médico eres si soy yo la que tengo que curar mi propio corazón? – Victoria frunció el entrecejo.

– Igual que los demás. Podemos arreglar muchas cosas y ayudar a sanar a otras…pero nosotros no podemos curaros.

– No lo entiendo.

– Hay muchas cosas que todavía no entiendes, pero lo haras algún día. Bueno – dijo Doc cambiando de tema -, ¿te sientes mejor sabiendo que era yo el que hablaba contigo y no el árbol? (…)

Os dejo el libro on-line encontrado en internet:

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